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Edison Herrera Rosas (Ecuador)

La poesía de Edison Rodrigo mantendrá nuestros sentidos bien despiertos. Sus versos serán un motivo para encontrarnos entre la esperanza y el fuego. El escritor Herrera Rosas dejará con su legado un tesoro para arder y no rompernos en el intento.     I   A mí me han juzgado y condenado por lo que era, quizá por lo que hice y ya pagué, y esa sentencia presente ha sido arbitraria, porque han condenado ahora a un inocente. Mi pasado ha sido y sigue siendo Una suerte de venganza contra mi futuro.   AHORA   Voy por los caminos, con mis sentidos bien despiertos, viviendo al tiempo, sintiendo lo que me mueve que me conmueve, y atento, a quien y en que parte del mundo dejaré mi corazón       II   Estaba llorando, porque así lo hago, Porque así lloramos los rotos, Un día cualquiera nos caemos, Nos rompemos, Y caminamos por el mundo pretendiendo indiferencia Ante el dolor que nos lleva a modernos la lengua… el alma.     III   Aún conservo la esperanza de encontrar A alguien que odie lo que odio,
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Antonio Manzano Molina (España)

  La poesía de Antonio acaricia el mundo, el principio y el instante. Los versos del escritor Manzano lo encontraremos en boca de todos los amantes  y en los demás restos desolados. La razón habita en sus palabras y se convierte en sustento del lector sin pedir ni dar explicaciones. Bienvenidos a la sonrisa, al suspiro y al silencio.  1   La lógica mortal de víctima y verdugo exige regresar, y uno quisiera disponer del tiempo saber en qué momento se jodió el Perú, conocer, ordenar este naufragio, sus desolados restos son mis restos, me permiten vivir. Ni siquiera sé si cambiaría algo, quiero decir, sí alteraría nuestra vida sabiendo lo que sé. Volver al principio, aquel instante donde todo era amor, todo era vida, alumbramiento, y tu adviertes la locura de la crueldad. Arrancarla de cuajo, sostenerla, mirar su corazón, ver, escrutar, diseccionarla, saber si esa palabra es mi sustento y amor en mí sirve de nada. Ni siquiera sé cómo ha crecido, como arrasa en nosotros trasmutada en dolor

Yuleisy Cruz Lezcano (Cuba)

  En el “Doble acento para un naufragio” (Premio María Calle Bajo), los destellos explotan en un pecho rebosante de luz que se siente acorralado por el viento distante y por el infinito regocijo de una alegría solemne. La escritora Cruz Lezcano nos ofrece todas sus sonrisas y algunas gotas de rocío en su último poemario. Bienvenid@s a su cita con la literatura.     IDA Y REGRESO Antes o después me iré. Se quedará quien fui sentada sobre una piedra, mirando a orillas de un río como tiemblan las hierbas. Me iré. Se quedará mi oído secreto con la cabeza inclinada para escuchar una canción apretada en una gota de rocío. Se quedará algo que fue mío dentro el alma de una flor protegida del frío. Me iré, pero cuando la noche duerma despertaré con el llanto del viento, sombra ligera, en apariencia florecida. Regresaré de nuevo a la vida al reventar del alba de un día cualquiera.     MÁS ALLÁ No te pares en el umbral, coge la brújula para visitar tierras incógnitas. No te pares en los destellos